Los manifestantes exigieron un cambio en el modelo turístico actual, que consideran insostenible y masificado.
Demandaron medidas como:
Moratoria turística: Una pausa en la construcción de nuevos hoteles y apartamentos turísticos para evaluar la capacidad de carga de las islas.
Regulación de la vivienda: Medidas para garantizar el acceso a una vivienda digna y asequible para los Canarios.
Implantación de una ecotasa: Un impuesto a los turistas para financiar la conservación del medio ambiente y la mejora de los servicios públicos.
La cuestión del control poblacional y la posibilidad de implementar una ley de residencia.
Más inversión en sectores económicos diversificados: Fomentar la creación de empleo en otros sectores más allá del turismo, como la agricultura, la industria y las energías renovables.
El futuro de Canarias dependerá de la capacidad de encontrar un equilibrio entre el turismo, el desarrollo económico y la preservación del medio ambiente y la calidad de vida de los Canarios.
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