A pesar de la oportunidad de canalizar y utilizar este recurso natural para la agricultura y los jardines, la apatía del Ayuntamiento es desconcertante.
Mientras los embalses están secos y los campos languidecen, la indiferencia hacia la captación de agua de lluvia es una oportunidad perdida.
Se hace imperativo un cambio de enfoque, con inversiones en infraestructuras que permitan almacenar y distribuir este vital.
Icod necesita un compromiso serio para enfrentar la sequía, y el agua de lluvia desaprovechada podría ser la clave para garantizar un futuro más sostenible y resiliente para Icod de los Vinos.